Sígueme en:

Síguenos en Twitter Siguenos en Facebook Siguenos en Blogger

sábado, 26 de septiembre de 2015

Tu y tu padecer estúpido que tanto te aleja de mi.



Te conocí como se conoce la gente hoy en día: a través de las redes, en este caso, a través de una que recién iniciaba a utilizar, sin imaginarme que a través de ella conocería alguien que después de tan tremenda decepción me llevaría a sentir nuevas ganas de amar, ganas que aunque duraron poco, fueron las necesarias para olvidar, reencontrarme y entender que no sólo los imbéciles fallan, hasta los más inteligentes y brillantes, temen al amor, a entregarse, a luchar, a querer, incluso los grandes se vuelven pequeños cuando les toca bajar las armas, quedarse desnudos y simplemente   Amar sin más.

Entonces que me queda como resultado: nada. Llegaste como un respiro, un último aliento, una ilusión, unas últimas ganas, pero olvide que incluso quien más bueno parece, al estar bajo unas sábanas y salir de ellas se puede convertir en un monstruo enfermo de amnesia , con tendencia a borrar incluso las promesas.

Lección: no creas en promesas, no crees iluciones, no confíes en apariencias, ni en sonrisas de ensueño, no invites a todo mundo a tu cama y por último no llores; nisiquiera la " inteligencia" compensa las lágrimas.

Diagnóstico: amanecía repentina convencional, digace de aquella que ocurre en el cerebro masculino cuando la necesita y que sólo le hace olvidar aquello que no le conviene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario