Hace un tiempo leyendo en aquel momento el libro:" los caballeros la prefieren brutas" , leí algo referente a la capacidad de nosotros, los del sexo masculino de diferir entre una aventura o pasa rato y una relación formal que merece: respeto, prioridad y dedicación, analizando lo leído me doy cuenta de que realmente la mayoría de mis compañeros, especímenes masculinos poseen esa capacidad, y me pregunto -donde diablos estaba este cuerpo, ósea yo, cuando se estaba repartiendo ese "don" , porque aunque parezca insensato ese si que es un "don".
Porque le pregunto yo, piensa usted que es fácil andar estableciendo esas diferencias cuando uno no nace con eso, ósea le parece fácil a usted que me esta leyendo, que después de uno pasar una noche: entre una rica cena,buena música, un exquisito vino, unas historias tan interesantes como graciosas y para colmo sexo de ese al que uno titula como inolvidable, le queda a uno energías, ganas o motivos para andarce poniendo límites y tener el suficiente razonamiento como para decidir que eso solo fue un acostón.
La verdad es que después de pasarla tan bien solo me quedaron ganas de repetir, de pasarla bien, de bailar, de decirte lo especial y divertido que eras, sólo quería disfrutar de esa seguridad que me brindaba verte y hablarte y ser feliz con tan sólo saber que existía un secreto que sólo nosotros sabíamos y eso nos hacia cómplices.
Pero tenías que venir tu a establecer las diferencias, a pensar en el futuro, tenías que venir a creer que mi interés era ponerte un título de "novios" y con eso dañar esa noche y las que podían venir.
Mi problema contigo siempre será que no te quiero para algo serio, que no quiero que esto tenga ni nombre ni apellido, te quiero simplemente mi cómplice como aquella noche, en la que no había nisiquiera deseos de quedar bien, simplemente de pasarla bien.
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