Yo sin embargo y en especial este año he sentido una inmensa
añoranza, una falta que por momentos me hace sentir triste, pero que más tarde
me devuelve la alegría en forma de carcajadas llenas de recuerdos felices
ocurridos en el transcurso del año.
Le tristeza la percibo al pasar inventario al año y darme
cuenta que los episodios agrios han sido muchos y han dejado cicatrices profundas e imborrables
,tanto que incluso provocan que salgan lagrimas de mis ojos ,y muchas más
lagrimas al recordar años pasados y darme cuenta de que a pesar de los meses transcurridos,
y de que la vida continua hay quienes estuvieron y que ya jamás estarán ,pero
que siempre extrañaremos , siento la derrota al percatarme de que nos fijamos
proyectos que nunca iniciamos y metas
que fueron imposible de cumplir ,que continuamos con defectos que debemos
cambiar y apegados a relaciones que son imposibles de continuar.
Mas luego la alegría y el gozo tocan ambos a mi puerta y me
recuerdan las razones por las cuales sonreír, me recuerdan que nuevos miembros llegaron a la
familia para hacerla más numerosa, que el amor aunque corto, inmaduro y
pasional tocó rincones jamás explorados ,me hablan de los pequeños logros, pero
logros al fin , y antes de despedirse me hablan de lo hermoso que es vivir ,de
lo mágico que es poder escribirles, bailar y cantar y ver las luces de un árbol
de navidad que me provoca llorar, pero que a la vez con su hermoso brillar me
recuerda que hay razones para ser feliz y querer estar junto a todos mis seres
queridos una vez mas y poder decirles feliz navidad.
CARPE DIEM.
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